Batallando lo Invisible

“Quien controla los medios, controla la cultura.” - Allen Ginsberg

Uno de los problemas que tenemos en el mundo actual es que lo que se considera importante son los beneficios, sin tomar en consideración los medios para alcanzar los fines buscados. ¿A qué costo se consiguen las cosas? Al costo de contaminar la tierra, al costo de deteriorar la mente humana, al costo de llevarse muchísimas vidas, al costo de alinear al ser humano. Debemos intentar soltar las cadenas de la ignorancia que no nos permiten hacernos conscientes de la realidad que día a día nos rodea. Ser conscientes que la manipulación mediática surge del interés de los grupos dominantes por conformar una conciencia colectiva, es utilizada por instituciones y corporaciones para afectar la percepción voluntaria, y conducta en los individuos en función a un objetivo predeterminado y es empleada en campos tan distintos como: el político, social, económico, científico, psicológico y cultural.


De esta manera, lo primero de estas palabras abordará en introducirnos al conocimiento de la manipulación mediática a la par de presentar al hombre de las relaciones públicas, el único capaz en persuadir a las masas. También, debemos señalar al filósofo francés Olivier Reboul, quien en su libro en Lenguaje e ideología nos otorga el siguiente mensaje sobre el análisis del discurso ideológico para descorrer los velos del engaño, la manipulación y el control del discurso del poder:

“No es al pensador a quien se escucha, sino al que tiene “mejor pinta”. En este sentido, los medios de difusión modernos, y en primer término la radio y la televisión, son un instrumento al servicio del poder, político y comercial. Y lo son no sólo porque transmiten sus mensajes a millones de individuos, sino porque dejan a estos individuos pasivos, desarmados, sin voz, sin pensamiento. Por cierto, que la radio y la televisión no pueden hacer aceptar cualquier cosa.”